¿Qué hace que los ladrillos de Seven Stones de Alexander sean mucho más que un rompecabezas tradicional? Gracias a su proceso de fabricación artesanal, cada bloque y, por lo tanto, cada juego, posee una forma única y original. Elaboradas con madera de cerezo, lijada y pulida con cera de abejas, las piezas del rompecabezas irradian una belleza natural, salpicada de pequeñas grietas, arañazos y nudos, lo que confiere a los bloques no solo un alma propia, sino que también los convierte en una decoración excepcional para cualquier interior. Su creador, quien los ideó inicialmente para enseñar a su hijo la paciencia y la lección de que nada en la vida llega sin esfuerzo –y al igual que no hay dos días idénticos, tampoco se pueden organizar los bloques de Alexander de la misma manera dos veces–, garantiza un juego que puede prolongarse eternamente. Sin embargo, las siete piedras de Alexander son mucho más que un simple juguete; son una metáfora de los siete valores que más apreciamos, y el intento de ordenarlas ilustra nuestra búsqueda de la armonía interior, la cual solo se alcanza cuando aquello que más valoramos ocupa su lugar justo en nuestras vidas. Galardonado con el premio Gift of the Year 2012 y considerado un 'must have' en el Lodz Design Festival, este rompecabezas es el regalo perfecto no solo para caballeros, socios de negocios o amantes de objetos inusuales, sino, sobre todo, para los verdaderos conocedores del mejor diseño: un diseño con alma...