Cestas y cubos de lavandería

Las cestas de ropa sucia, funcionales y con estilo, son un elemento indispensable en cada baño o cuarto de lavandería. Nos permiten guardar la ropa destinada a la colada de una manera elegante y estética, protegiéndola al mismo tiempo de posibles daños.

Rectangular, esquinera, cilíndrica… la forma de la cesta de ropa sucia es especialmente importante en habitaciones pequeñas, donde cada centímetro debe ser planificado y aprovechado al máximo. Cuando el espacio escasea, lo mejor es considerar un recipiente que encaje fácilmente debajo del lavabo. Las soluciones prácticas también incluyen diversos tipos de asas o ganchos, gracias a los cuales la cesta de ropa sucia se puede colgar en la puerta del baño o en cualquier otro lugar elegido: un vestidor, armario o radiador.

Una cesta de ropa sucia con ruedas se puede mover fácilmente cerca de la lavadora, mientras que las prácticas asas en la parte superior del recipiente ayudan a inclinarlo para clasificar libremente la ropa antes de lavar. Una cesta de ropa sucia plegable permite trasladar fácilmente la ropa mojada recién lavada al balcón o a la zona de secado. Además, cuando está plegada, ocupa muy poco espacio, por lo que se puede guardar fácilmente en un armario o cómoda cuando no se usa. Por otro lado, una cesta de ropa sucia en forma de bolsa puede acompañarnos en un viaje de negocios o unas vacaciones con niños.

1. Metal.

   La quintaesencia de los interiores modernos. Una cesta de ropa sucia de metal complementará perfectamente otros accesorios hechos de este material, como dispensadores de jabón o vasos, creando un conjunto armonioso. Sin embargo, las cestas de metal son relativamente pesadas, lo que limita su movilidad. Así que, si buscas un recipiente fácil de mover, es definitivamente mejor considerar una cesta de ropa sucia hecha, por ejemplo, de poliéster.

2. Plástico.

   Una explosión de colores y diseño original. Las cestas de ropa sucia de plástico sorprenden por su ligereza, e incluso llenas de ropa, se pueden mover y transportar fácilmente a otras habitaciones. Entre los recipientes de poliéster, encontrarás una amplia gama de colores vibrantes y diseños poco convencionales, entre los cuales encontrarás fácilmente un modelo que combine perfectamente con la decoración tanto del cuarto de lavandería o baño, como de una habitación infantil.

3. Mimbre.

   El material más versátil que encontrará aplicación en casi cualquier baño, independientemente de la decoración. Las cestas de mimbre suelen producirse en tamaños más grandes, por lo que se recomiendan para espacios grandes y luminosos. Cabe recordar que el mimbre es un material relativamente susceptible a la humedad; en caso de inundación, podría aparecer moho en un recipiente de mimbre y la cesta tendría que ser reemplazada.

4. Tela.

   Las cestas de ropa sucia de tela serán un excelente complemento para el interior único de un baño pequeño. En nuestra oferta, encontrarás tanto recipientes pastel de algodón orgánico al estilo escandinavo, como diseños más vibrantes y atrevidos. Las cestas de tela tienen una gama muy amplia de aplicaciones; además del baño, se pueden usar para guardar juguetes, bufandas, sombreros u otros accesorios del hogar.