Los cepillos de baño son la forma más sencilla de convertir el cuidado diario en un auténtico ritual de relajación. Un masaje con cepillo mejora la circulación, alisa la piel y te da energía, al tiempo que convierte un baño ordinario en un momento de relajación. Elige el modelo que mejor se adapte a tus necesidades: con cerdas naturales, con mango largo o uno compacto para masaje en seco y en húmedo. Para completar este momento de placer, echa mano de suaves y absorbentes toallas para envolverte después del baño. Porque un spa en casa empieza con pequeños accesorios que marcan una gran diferencia.
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