Bergs Potter... todo comenzó en 1942 en un pequeño estudio de cerámica en Dinamarca. Victor Berg, el propietario, decidió darle un toque de color a una realidad gris. Combinó hermosas macetas envejecidas con flores coloridas y rápidamente se ganó el corazón de sus clientes. Su fascinación por las macetas, la arcilla y el método artesanal de procesamiento se desarrolló en las siguientes generaciones. Ahora Bergs Potter es una marca fuerte conocida por sus macetas hechas a mano, jarrones y vajillas en terracota cruda y cerámica, siguiendo los mejores diseños tradicionales en pequeños talleres de cerámica en la Toscana. Advertencia: tienen un encanto extraordinario y es fácil enamorarse de ellas.
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Bergs Potter
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La historia de Bergs Potter comienza con el sueño de llevar la belleza a la vida cotidiana. Nació en 1942 en el corazón de Copenhague, durante uno de los períodos más desafiantes de la historia europea. Fue entonces cuando Victor Berg, un joven y entusiasta contable, heredó una pequeña tienda de cerámica en el bullicioso distrito de Nørrebro. En los grises tiempos de guerra, anhelaba dar a sus vecinos algo más que simples objetos: quería darles un toque de color, vida y esperanza.
Su idea fue brillante en su simplicidad: combinó macetas crudas y envejecidas con la belleza de las flores frescas. Esta combinación mágica pronto convirtió la tienda de Rantzausgade en un lugar al que la gente acudía en masa, buscando un respiro y algo de inspiración.
El amor por la cerámica y las plantas resultó ser hereditario. Los hijos de Victor, Steffen y Christine, crecieron entre el aroma de la tierra y los capullos en flor. Después de hacerse cargo del negocio familiar, convirtieron Bergs Potter en la marca que conocemos hoy. Impulsados por el amor a la historia, viajaron por toda Escandinavia, peinando archivos y antiguas propiedades en busca de diseños olvidados.
En busca de la maestría artesanal, los hermanos se aventuraron a la soleada Toscana. Fue allí, en una región famosa por el procesamiento de la arcilla, donde encontraron artesanos que hicieron realidad su visión. Comenzaron a producir macetas inspiradas en diseños históricos, importando no solo cerámica, sino también un pedazo del alma toscana a Dinamarca.
En 2012, la tercera generación tomó las riendas, liderada por el hijo de Steffen, Victor Berg Jr., y sus amigos. Su oficina y almacén eran un antiguo invernadero, donde aprendieron todo desde cero en condiciones espartanas. Fue este arduo trabajo e interminables lecciones de humildad lo que les hizo enamorarse perdidamente de la belleza cruda de la terracota, que hoy define las macetas de Bergs Potter.


Cada colección de Bergs Potter cuenta una historia diferente, inspirándose en castillos reales, antiguas excavaciones y tradiciones olvidadas. Todas comparten una cosa: están formadas a mano con pasión y respeto por la artesanía.