Transforma tu rutina diaria de cuidado personal en un ritual de lujo que despertará tus sentidos y te transportará al corazón de una bulliciosa metrópolis. Deja que una fragancia elegante te envuelva con el Baobab Gift Box Manhattan de Baobab Collection.
Beneficios:
- Una composición de fragancia única que combina notas aromáticas de ciprés, relajante lavanda y misterioso papiro, creando una experiencia inolvidable.
- El set ofrece un ritual de cuidado de la piel completo y en dos pasos: el gel de ducha limpia suavemente, mientras que la loción corporal hidrata intensamente, dejando la piel sedosa y fresca.
- Elegantes botellas de vidrio con un diseño inspirado en el Art Decó que añaden un toque sofisticado y elegante a cualquier baño.
- Todo el set viene empaquetado en una caja de regalo decorativa, lo que lo convierte en la elección ideal para un presente lujoso y de buen gusto.
Es bueno saber:
- Los ingredientes activos de la fruta de baobab (obtenidos éticamente en Burkina Faso) están 6 veces más concentrados que en otras frutas.
- Derivados de una pulpa rica en vitamina C, exhiben fuertes propiedades antioxidantes, ayudando a combatir los radicales libres responsables del envejecimiento de la piel.
- La fórmula los combina con escualano (derivado de las aceitunas), que fortalece la barrera hidrolipídica natural de la piel y ayuda a mantener su hidratación.
- Los agentes limpiadores suaves proporcionan una espuma y limpieza eficaces, siendo altamente biodegradables.
- Toda la fórmula se crea en un laboratorio francés, de acuerdo con los estándares actuales y sin ingredientes controvertidos.
- El motivo visible en el empaque se imprime utilizando pigmentos naturales y metales preciosos; cuantas más colores, más capas de impresión. El diseño terminado se transfiere a una película biodegradable, aplicada a mano como una calcomanía, que se fusiona con el vidrio durante la cocción en un horno a aproximadamente 600°C.
Regálate un toque del chic neoyorquino en la comodidad de tu hogar. Con el
Baobab Gift Box Manhattan, cada ducha se convierte en una pequeña, pero gran, escapada de lo cotidiano.