El cuadro Ciron de Bloomingville rinde homenaje a la belleza del cuerpo humano, una verdadera oda a la forma y la expresión.

¡Qué interesante!

• La obra se presenta en una paleta de colores naturales y terrosos, evocando la esencia de la vida y la naturaleza. En ella, cuerpos desnudos se entrelazan en diversas posturas, capturando la gracia y la fuerza de la figura humana.
• Enmarcado con sencillez y elegancia en madera de roble, este cuadro es un canto a la sofisticación sin estridencias.
• Protegido por un cristal, se mantiene a salvo del polvo y la humedad, preservando su belleza imperecedera para deleite de las generaciones venideras.