Una tostada con mantequilla siempre cae boca abajo: una ley no escrita que todos conocemos. Probablemente sea también la razón por la que, cada vez que untamos mantequilla o mermelada con un cuchillo, la superficie resbaladiza del accesorio provoca que este termine en un mantel blanco recién puesto o, en el mejor de los casos, en la encimera de la cocina. Precisamente esta situación inspiró al diseñador del cuchillo para untar Air, que aquí presentamos, a crear un accesorio que desafía la fuerza de la gravedad y la maldición del resbaladizo recipiente de mantequilla. Y es que el cuchillo Air —disponible en madera natural de peral o acero inoxidable pulido (o latón con recubrimiento de PVD) y en dos tamaños— está equilibrado y diseñado de tal manera que no necesita apoyarse en el borde de una mantequillera, el filo de un tarro o un platillo. Un mango bien equilibrado y moldeado, con una base ancha y plana sobre la que descansa el cuchillo, mantiene la bonita hoja del cuchillo hacia arriba, evitando situaciones resbaladizas y accidentes imprevistos. Tan sencillo como el mecanismo de un chupete... ¡y qué práctico! El producto ha ganado el Design Plus 2016, el reddot design award 2016 y el Grand Prix Table & Cadeau 2016.

• Cuchillo para mantequilla y mermelada Air, de acero pulido, 19.5 cm, Cuchillo de acero pulido Air, para mantequilla y mermelada, 14 cm, Cuchillo para mantequilla y mermelada Air, acabado de latón, 19,5 cm