Además del tradicional ramo de flores, ¿por qué no regalar un jarrón? Al fin y al cabo, este objeto versátil y práctico es una pieza indispensable del mobiliario del hogar, y si eliges un modelo de diseño, también desempeñará un papel decorativo. En el salón, el comedor, la cocina o el dormitorio, un bonito jarrón decorará cualquier interior. En nuestra tienda encontrarás una amplia selección de jarrones de cristal, metal, cerámica y plástico de marcas como Alessi, House Doctor, Lyngby, Philippi o Iittala. En una amplia variedad de formas, colores y tamaños, clásicos y extravagantes, ¡quedan genial incluso sin flores! ¿Pondrás flores en un jarrón? Pero, ¿en cuál?
953 productos
Los jarrones de metal, ya sean de acero inoxidable brillante o mate, son el toque de distinción que tu espacio industrial o estilo loft necesita. Con su aire crudo pero a la vez exclusivo, crean un conjunto que atrae todas las miradas cuando lucen flores frescas. Pero ojo, que cuando están vacíos, ¡bien podrían pasar por esculturas modernas! De formas sencillas, a menudo geométricas o aerodinámicas, el noble material del acero les confiere una elegancia y sofisticación que eleva cualquier rincón donde los coloques. Un jarrón plateado es la joya de la corona para quienes aprecian el minimalismo y un diseño que no pasa desapercibido.
Disponibles en una paleta infinita de colores y formas, estos jarrones son como un camaleón, adaptándose sin esfuerzo a cualquier estancia. Fabricados con plástico de alta calidad, son un peso pluma, resistentes a los arañazos y, lo que es mejor, ¡un imán para las miradas! Pero no te quedes solo con su función principal: también pueden ser el pedestal perfecto para tus paraguas, libros o revistas. ¿Lo mejor? Aquí no hay riesgo de roturas, así que puedes dejar volar tu imaginación con su disposición. Estos jarrones modernos son el compañero ideal para los amantes del minimalismo que, además, no renuncian a un diseño con personalidad.
Entre los jarrones de vidrio que tenemos en FormAdore, encontrarás piezas que han hecho historia en el diseño mundial. Pensemos, por ejemplo, en los icónicos jarrones Iittala, obra maestra de Alvar Aalto: con su forma original e irregular, de vidrio transparente y disponibles en diferentes tamaños, son pura poesía. Y para los que se pirran por las formas más vanguardistas, los jarrones que combinan dos materiales, como el vidrio y el hormigón, son la guinda del pastel.
Los jarrones de porcelana son el punto de encuentro perfecto entre la artesanía de toda la vida y la tecnología de producción más puntera. De formas sencillas y clásicas, son los encargados de infundir calidez y ese toque hogareño que tanto nos gusta en cualquier interior. Imagina un ramillete de flores silvestres, una rosa solitaria, un toque de hierba ornamental o unas hojas secas... ¡todo luce en ellos! Pero su versatilidad no termina ahí: también pueden ser el hogar ideal para un sinfín de objetos. La cerámica es un lienzo en blanco para la decoración, por eso muchos de nuestros jarrones decorativos están hechos de este noble material.
Gracias a esto, a la hora de elegir un modelo de jarrón, podemos darnos el gusto de volar un poco con la imaginación. ¿Un sombrero de Papá Pitufo o un jarrón que parece una pila de libros en la estantería? Nuestro único límite es nuestra propia creatividad y... ¡las ideas de los diseñadores! Los jarrones cilíndricos, sencillos, geométricos y transparentes, son la pareja perfecta para interiores modernos y minimalistas, pero —y aquí viene el contraste— también encajan a las mil maravillas en salones o comedores de estilo clásico.
Por otro lado, los jarrones esfera, redonditos y generosos, ya sean de porcelana o vidrio, son un clásico atemporal que brillará con luz propia en interiores escandinavos, rústicos o de estilo vintage. No perdamos de vista una regla de oro: los accesorios que elegimos para una estancia deben formar un conjunto armónico. Así que, al buscar el jarrón ideal, echemos también un ojo a los cuencos y fruteros, a las bandejas y a los maceteros. El color también juega un papel crucial: un jarrón blanco le va como anillo al dedo a casi todo, ¡pero te animamos a que te atrevas a meter un poco de caña con los colores!