El diminuto y clásicamente elegante portavelas Curve de Lyngby fue diseñado no solo para decorar un espacio, sino también para aportar un elemento de calidez y recogimiento. Es como ese pequeño detalle que, sin decir una palabra, lo dice todo sobre el buen gusto. Ventajas:

• El portavelas Curve combina dos tipos de superficie: una lisa y brillante, y otra estriada y mate. Este contraste le otorga un encanto particular, casi como si estuviera contando una historia con su textura.
• Encaja a la perfección con otras piezas de la misma colección, creando una armonía visual que es un verdadero regalo para los ojos.

• Fue creado para velas gruesas, esas que prometen horas de luz y ambiente, convirtiendo cualquier momento en una ocasión especial.

• Está fabricado en porcelana, un material que no solo le confiere una elegancia atemporal, sino que también garantiza su durabilidad. Es un pequeño tesoro que resistirá el paso del tiempo.